La descarbonización es una meta cada vez más deseada, pero ¿Podrá soportarla nuestra infraestructura de la red?
Back to TopEn un artículo anterior de GridTalk, discutimos la importancia de que las empresas de electricidad y otros clientes evalúen la infraestructura existente a la hora de planear grandes proyectos. Mientras más gobiernos locales y estatales fijen metas para la descarbonización, descubrirán que es igual de importante evaluar la infraestructura y las fuentes de energías alternativas que se necesitan para aprovecharlas.
¿Cómo se va a dar soporte al uso de energías limpias con la infraestructura existente y la red actual? ¿Qué equipos para la red deben tener las empresas eléctricas para sostener la implementación de las energías limpias? ¿Y qué soluciones de resiliencia se encuentran disponibles para acompañarlas? Estas son solo algunas de las preguntas que surgen a medida que aumentan las discusiones sobre cómo ayudar a las comunidades a alcanzar cero emisiones netas de carbono.
No se trata de iniciativas pequeñas. Ciudades como San Francisco, Washington, D.C. y Nueva York se han comprometido a reducir sus emisiones de carbono. Para cumplir con sus objetivos, las ciudades están hablando con múltiples partes interesadas, incluyendo empresas eléctricas, coaliciones por las energías limpias, proveedores de servicios y soluciones, programas de ayuda a la comunidad, legisladores y cabilderos. Su mensaje es el siguiente: Los grandes proyectos y las mejoras de infraestructura que se aprueben deberán acompañar nuestros objetivos a largo plazo para reducir las emisiones de carbono.
Muchas de estas iniciativas tienen una cosa en común: Requieren el uso de energía renovable. Pero ¿cómo implementamos estos planes cuando en la actualidad no tenemos suficiente energía renovable segura para abastecer un despliegue masivo de actividades que la usen? Cuando hablamos con nuestros clientes, usuarios finales y proveedores, evaluamos una variedad de diferentes opciones que ayuden a la concreción de sus objetivos. Con estas firmes iniciativas, ya no basta con simplemente agregar un nuevo generador y darse por satisfecho.
Las consecuencias a largo plazo son significativas. Muchas empresas de electricidad ya han establecido sus propias metas para la reducción de las emisiones de carbono. Por ejemplo, Duke Energy tiene el objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono para el 2050. A su vez, Eversource Energy está invirtiendo en energía eólica marina para colaborar con los objetivos de energías limpias del estado en el que operan.
Aunque es bueno que los esfuerzos por la descarbonización estén en aumento a nivel local, el apoyo del gobierno federal tendrá un rol importante en determinar si se enviará ayuda para mejorar la infraestructura. Luego de que la nueva administración tome el poder en enero del 2021, examinaremos en un futuro artículo de GridTalk los cambios en las políticas y los efectos que podrían tener si ayudan a generar esfuerzos a nivel nacional para reducir nuestra huella de carbono. ¡Esté atento!